Blog oficial de la Purísima e Inmaculada Concepción de la Reina de los Ángeles, Umbrete (Sevilla)

lunes, 31 de diciembre de 2012


Primitiva representación de la Virgen María (Catacumbas de Santa Priscila)


SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

(primero de enero de 2013)



Santo Evangelio, 1 de Enero: Santa María, Madre de Dios 
(Día octavo de la octava de Navidad)


Después de ocho días de haber nacido el Hijo de Dios, la Iglesia dirige su mirada a la Madre de este Niño, que es Hombre y Dios. Esta fiesta es conocida en el rito siríaco como la fiesta de las felicitaciones de María: la Iglesia felicita a María por el don divino de ser Madre de Dios. 


San Ignacio de Antioquía llama a Jesús: “el Hijo de Dios y de María”. El Concilio de Éfeso en el año 431 declaró esta verdad como un dogma que hay que creer. Es interesante ver que esta Octava de Navidad cae el día primero del año. 

Iniciamos el año mirando este cuadro desbordante de ternura: la Virgen-Madre con su Hijo Hombre-Dios. Toda la grandeza de María está en este Niño divino. En su Hijo nos sentimos hermanos y la queremos como Madre. Ella nos alimenta con su intercesión, nos anima con su ejemplo, nos espera en el reino de su Hijo, nuestro hermano y Señor.
La divina Maternidad de María expresa su principal misión y grandeza que le hace asumir una relación con Dios enteramente particular. El título de “Madre de Dios” hay que entenderlo. No es que Dios tenga una madre como nosotros; no es que haya podido transmitir a Cristo la divinidad, la cual posee él desde siempre. El gran hecho, el más grande acontecimiento de la historia es que “el Verbo si hizo carne y vino a habitar entre nosotros” (Jn 12,14). Para comprender el máximo título mariano, debemos desplazarnos de María a Jesús. Los evangelios no llaman nunca a María “Madre de Dios”, sino “Madre de Jesús”. Sólo comprendiendo quién es el Hijo de María, comprenderemos quién es su Madre. La historia de la Iglesia nos muestra este camino. En el 431 el Concilio de Efeso tuvo la principal preocupación de resolver el problema cristológico reafirmando la unicidad de la persona de Cristo. Como consecuencia se derivó también de allí la confirmación del título de María de “Madre de Dios”. 

Veinte años después, en el 451, el Concilio de Calcedonia definía el título de “Madre de Dios” como dogma; pero también aquí la finalidad principal era la de difundir la doctrina exacta sobre Jesús verdadero Dios, encarnado en el vientre de María Virgen. Así se quiso defender y reconocer la Divinidad de Jesús, Hijo de María.







LA PALABRA TOMÓ DE MARÍA 
NUESTRA CONDICIÓN HUMANA
De las cartas de san Atanasio


La Palabra tendió una mano a los hijos de Abrahán, como afirma el Apóstol, y por eso tenía que parecerse en todo a sus hermanos y asumir un cuerpo semejante al nuestro. Por esta razón, en verdad, María está presente en este misterio, para que de ella la Palabra tome un cuerpo, y, como propio, lo ofrezca por nosotros. La Escritura habla del parto y afirma: Lo envolvió en pañales; se proclaman dichosos los pechos que amamantaron al Señor, y, por el nacimiento de este primogénito, fue ofrecido el sacrificio prescrito. El ángel Gabriel había anunciado esta concepción con palabras muy precisas, cuando dijo a María no simplemente «lo que nacerá en ti» -para que no se creyese que se trataba de un cuerpo introducido desde el exterior-, sino de ti, para que creyésemos que aquel que era engendrado en María procedía realmente de ella.

Las cosas sucedieron de esta forma para que la Palabra, tomando nuestra condición y ofreciéndola en sacrificio, la asumiese completamente, y revistiéndonos después a nosotros de su condición, diese ocasión al Apóstol para afirmar lo siguiente: Esto corruptible tiene que vestirse de incorrupción, y esto mortal tiene que vestirse de inmortalidad.

Estas cosas no son una ficción, como algunos juzgaron; ¡tal postura es inadmisible! Nuestro Salvador fue verdaderamente hombre, y de él ha conseguido la salvación el hombre entero. Porque de ninguna forma es ficticia nuestra salvación ni afecta sólo al cuerpo, sino que la salvación de todo el hombre, es decir, alma y cuerpo, se ha realizado en aquel que es la Palabra.

Por lo tanto, el cuerpo que el Señor asumió de María era un verdadero cuerpo humano, conforme lo atestiguan las Escrituras; verdadero, digo, porque fue un cuerpo igual al nuestro. Pues María es nuestra hermana, ya que todos nosotros hemos nacido de Adán.

Lo que Juan afirma: La Palabra se hizo carne, tiene la misma significación, como se puede concluir de la idéntica forma de expresarse. En san Pablo encontramos escrito: Cristo se hizo por nosotros un maldito. Pues al cuerpo humano, por la unión y comunión con la Palabra, se le ha concedido un inmenso beneficio: de mortal se ha hecho inmortal, de animal se ha hecho espiritual, y de terreno ha penetrado las puertas del cielo.

Por otra parte, la Trinidad, también después de la encarnación de la Palabra en María, siempre sigue siendo la Trinidad, no admitiendo ni aumentos ni disminuciones; siempre es perfecta, y en la Trinidad se reconoce una única Deidad, y así la Iglesia confiesa a un único Dios, Padre de la Palabra.

sábado, 29 de diciembre de 2012


Evangelio del Domingo de la Sagrada Familia, ciclo C,

30 de diciembre de 2012

Lc 2, 41-52




«Los padres de Jesús
lo encuentran en el templo»





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viernes, 28 de diciembre de 2012






"Queridos hermanos: Nosotros amemos a Dios, porque él nos amó primero. Si alguno dice: "Amo a Dios", y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Y hemos recibido de él este mandamiento: Quien ama a Dios, ame también a su hermano".(1 Jn 4,19-21).




jueves, 27 de diciembre de 2012





ESQUELAS POR LOS NIÑOS ABORTADOS

Campaña Santos Inocentes

El viernes 28 de diciembre la Iglesia Católica conmemora la fiesta de Los Santos Inocentes. En este día, ya desde el siglo VI, la liturgia de la Iglesia nos recuerda la terrible injusticia sufrida por los más inocentes, la gran matanza de niños que ordenó hacer el Rey Herodes. Con ella pretendía matar al niño Jesús, por temor a que este nuevo «Rey», nacido en Belén, pudiera arrebatarle el trono (Mateo 2,13-20). Hoy en día, recordar aquello nos repugna; nos parece inconcebible pensar que alguien fuera capaz de cometer tal infanticidio y que el pueblo consintiera semejante acción contra sus seres queridos.


Pero dos mil años después, asistimos, atónitos, a una situación semejante y ante la cual, las personas de bien nos vemos como aquellas indefensas madres que no pudieron hacer nada por proteger la vida de sus hijos frente a aquella terrible injusticia. Y aún peor. Podemos contemplar con tristeza cómo son las propias madres las que, en muchos casos engañadas, presionadas o confundidas, son las que piden que sus hijos sean asesinados en su propio seno.

Los llaman “hijos no deseados” pero no nos dejan la posibilidad a los demás de que podamos conocerlos y amarlos. De ellos nadie publicará una esquela ya que no nos han dado la oportunidad de que sean nuestros “seres queridos”.

Pero estos niños no nacidos, aunque no los hayamos podido conocer en persona, son los santos inocentes de hoy, los mártires de nuestro tiempo. Te animamos a poner una esquela en tu blog, facebook, twitter o similar.

martes, 25 de diciembre de 2012







!Feliz y Santa Navidad!


La Hermandad de la Purísima e Inmaculada Concepción de la Reina de los Ángeles, establecida canónicamente en el templo consagrado parroquial de Nuestra Señora de Consolación, de la antigua villa arzobispal de Umbrete (Sevilla), les desea una Feliz y Santa Navidad 2012, y les emplaza a participar de los cultos y actos que tendrán lugar en nuestra feligresía con motivo del nacimiento de Jesús.





"Verbum caro factum est"

(Villancico de Navidad)

Antes del tiempo,
mucho antes que la tierra
comenzara a existir,
el Verbo estaba junto a Dios.
Vino a este mundo
para no abandonarnos,
en el viaje nos dejó
su Cuerpo hecho Pan de Vida

Verbum caro factum est.
Verbum panis factum est.
Tú sigues repartiéndonos tu Pan
y quien coma de este pan
no tendrá más hambre.
Tú sigues habitándonos, Señor,
en tu Iglesia vives hoy,
esta es nuestra casa.
Verbum caro factum est. (bis)
Verbum panis factum est. (bis)

Antes del tiempo,
cuando el universo fue creado
de la oscuridad,
el Verbo estaba junto a Dios.
Vino a este mundo,
en su gran misericordia
la Palabra se encarnó:
su Hijo hecho Pan de Vida.

Verbum caro factum est.
Verbum panis factum est. (bis)
Tú sigues repartiéndonos tu Pan
y quien coma de este pan
no tendrá más hambre.
Tú sigues habitándonos, Señor,
en tu Iglesia vives hoy,
esta es nuestra casa.
Verbum caro factum est.
Verbum panis factum est. (bis) 




Ant. 1 Tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo, Israel.








BENDICIÓN URBI ET ORBI

S.S. Benedicto XVI, hoy 25 de diciembre de 2012.


«Veritas de terra orta est» - 

«La verdad ha brotado de la tierra» (Sal 85,12)






Queridos hermanos y hermanas de Roma y del mundo entero, feliz Navidad a todos vosotros y vuestras familias.

Expreso mi felicitación esta Navidad, en este Año de la Fe, con estas palabras tomadas del Salmo: «La verdad brota de la tierra». En realidad, en el texto del Salmo las encontramos en futuro: «La verdad brotará de la tierra»; es un anuncio, una promesa, acompañada de otras expresiones que juntas suenan así: «La misericordia y la verdad se encontrarán, / la justicia y la paz se besarán; / la verdad brotará de la tierra, / y la justicia mirará desde el cielo; / el Señor nos dará la lluvia, / y nuestra tierra dará su fruto. / La justicia marchará ante él, / la salvación seguirá sus pasos» (Sal85,11-14).

Hoy, esta palabra profética se ha cumplido. En Jesús, nacido en Belén de la Virgen María, se encuentran realmente la misericordia y la verdad, la justicia y la paz se han besado; la verdad ha brotado de la tierra y la justicia mira desde el cielo. San Agustín explica con feliz concisión: «¿Qué es la verdad? 
El Hijo de Dios. ¿Qué es la tierra? La carne. Investiga de dónde nació Cristo, y verás que la verdad nació de la tierra… la verdad nació de la Virgen María» (En. in Ps. 84, 13). Y en un sermón de Navidad afirma: «Con esta festividad anual celebramos, pues, el día en que se cumplió la profecía: “La verdad ha brotado de la tierra, y la justicia ha mirado desde el cielo”. La Verdad que mora en el seno del Padre ha brotado de la tierra para estar también en el seno de una madre.


La Verdad que contiene al mundo, ha brotado de la tierra para ser llevada por manos de una mujer… La Verdad a la que no le basta el cielo, ha brotado de la tierra para ser colocada en un pesebre. ¿En bien de quién vino con tanta humildad tan gran excelsitud? Ciertamente, no vino para bien suyo, sino nuestro, a condición de que creamos» (Serm. 185, 1).

«A condición de que creamos». Ahí está el poder de la fe. Dios ha hecho todo, ha hecho lo imposible, se ha hecho carne. Su omnipotencia de amor ha realizado lo que va más allá de la comprensión humana, el Infinito se ha hecho niño, ha entrado en la humanidad. Y sin embargo, este mismo Dios no puede entrar en mi corazón si yo no le abro la puerta. Porta fidei. La puerta de la fe. Podríamos quedar sobrecogidos, ante nuestra omnipotencia a la inversa. Este poder del hombre de cerrarse a Dios puede darnos miedo. Pero he aquí la realidad que aleja este pensamiento tenebroso, la esperanza que vence el miedo: la verdad ha brotado. Dios ha nacido. «La tierra ha dado su fruto» (Sal 67,7). Sí, hay una tierra buena, una tierra sana, libre de todo egoísmo y de toda cerrazón. Hay en el mundo una tierra que Dios ha preparado para venir a habitar entre nosotros. Una morada para su presencia en el mundo. Esta tierra existe, y también hoy, en 2012, de esta tierra ha brotado la verdad. Por eso hay esperanza en el mundo, una esperanza en la que poder confiar, incluso en los momentos y en las situaciones más difíciles. La verdad ha brotado trayendo amor, justicia y paz.

Sí, que la verdad brote para la población de Siria, profundamente herida y dividida por un conflicto que no respeta ni siquiera a los enfermos y cosecha víctimas inocentes. Una vez más hago un llamamiento para que cese el derramamiento de sangre, se faciliten las ayudas a los prófugos y a los desplazados y, a través del diálogo, se alcance una solución política al conflicto.

Que la paz brote en la Tierra donde nació el Redentor, y él conceda a israelíes y palestinos la valentía de poner fin a tantos años de luchas y divisiones, y emprender con decisión la vía de la negociación.

Que en los países del Norte de África, que atraviesan una profunda transición en la búsqueda de un nuevo futuro – en particular en Egipto, la amada tierra bendecida por la infancia de Jesús – los ciudadanos construyan juntos sociedades basadas en la justicia, el respeto de la libertad y la dignidad de cada persona.

Que la paz brote en el vasto continente asiático. Que el Niño Jesús mire con benevolencia a los numerosos pueblos que habitan en aquellas tierras y, de modo especial, a cuantos creen en él. Que el Rey de la Paz dirija su mirada a los nuevos dirigentes de la República Popular China en el alto cometido que les espera. Expreso mis mejores deseos de que en esta misión se valore la contribución de las religiones, respetando a cada una de ellas, de modo que puedan contribuir a la construcción de una sociedad solidaria, para bien de ese noble pueblo y del mundo entero.

Que la Navidad de Cristo favorezca la vuelta de la paz en Malí y de la concordia en Nigeria, donde crueles atentados terroristas continúan causando víctimas, particularmente entre los cristianos. Que el Redentor ayude y consuele a los prófugos del Este de la República Democrática del Congo y conceda la paz a Kenia, donde sangrientos atentados han golpeado la población civil y los lugares de culto.

Que el Niño Jesús bendiga a los numerosos fieles que lo celebran en Latinoamérica. Que haga crecer sus virtudes humanas y cristianas, sostenga a cuantos se han visto obligados a emigrar lejos de su familia y de su tierra. Que fortalezca a los gobernantes en su compromiso por el desarrollo y en la lucha contra la criminalidad.

Queridos hermanos y hermanas, amor y verdad, justicia y paz se han encontrado, se han encarnado en el hombre nacido de María en Belén. Ese hombre es el Hijo de Dios, es Dios que ha entrado en la historia. Su nacimiento es un brote de vida nueva para toda la humanidad. Que todas las tierras sean una tierra buena, que acoge y hace brotar el amor, la verdad, la justicia y la paz. Feliz Navidad.

lunes, 24 de diciembre de 2012





Carta de S.E. Reverendísima D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, con motivo de la noche buena.





FELIZ, SANTA Y GOZOSA NOCHEBUENA

Domingo, 23 de diciembre de 2012

Queridos hermanos y hermanas: "Cantad al Señor un cántico nuevo… cantad al Señor, bendecid su nombre". Con estas palabras del salmo 95 nos invitará la liturgia de la Nochebuena a alabar al Señor, a tocar para Él la cítara, a vitorearle con clarines y al son de trompetas, a aclamar al Rey y Señor.

No es para menos. Mañana, en la Noche verdaderamente buena y santa, la oscuridad se tornará claridad, las estrellas brillarán con insólito fulgor y, en el silencio sereno de la noche, el ángel nos anunciará una vez más la gran noticia que hace dos mil años oyeron los pastores: "No temáis, os traigo la Buena Nueva… hoy en la ciudad de David os ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor" (Lc 2,10-11). Y volveremos a escuchar los cánticos de los ángeles: "Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor".



Es natural que nos regocijemos y felicitemos, pues el Dios eterno, inmortal e invisible, que a lo largo del Antiguo Testamento habla a su pueblo por medio de los profetas, en esta etapa culminante de la historia nos ha hablado por su Hijo, igual a Él en esencia y dignidad, reflejo de su gloria e impronta de su ser (Hebr 1,1-3). Él es su Verbo, el origen y causa de todo lo que existe, la vida y la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo (Jn 1,3-9). Él es la Palabra eterna del Padre, que en la Nochebuena se hace carne y planta su tienda entre nosotros (Jn 1,14), para hacernos partícipes de su plenitud, para ofrecernos la salvación y la gracia, para compartir con nosotros su vida divina."No puede haber lugar para la tristeza -nos dice San León Magno- cuando acaba de nacer la vida... Nadie tiene por qué sentirse excluido del júbilo... [pues el Señor] ha venido para liberarnos a todos. Alégrese el santo, puesto que se acerca a la victoria; regocíjese el pecador, puesto que se le invita al perdón; anímese el gentil, ya que se le llama a la vida".


Misterio de la Encarnación, misterio del nacimiento de Jesús en la cueva de Belén, misterio inefable que nuestros torpes labios apenas pueden balbucear, misterio que en tantas ocasiones queda reducido al sentimentalismo, a la dimensión cultural, folclórica o costumbrista de unas fiestas entrañables de las que rozamos sólo la periferia, sin entrar en su hondón, sin postrarnos de rodillas para exclamar silenciosa y quedamente "Dios se ha hecho hombre", "Dios se ha encarnado por mí".


Por ello, nuestra primera actitud en estos días no puede ser otra que la admiración, la sorpresa, el gozo y la emoción ante el prodigio, la contemplación larga del don increíble que Dios ha hecho a la humanidad, la adoración rendida ante el Dios que se despoja de su rango y se hace niño, y la gratitud inmensa ante la condescendencia de Dios, ante su amor inaudito, sin límites ni tasas, que hace exclamar al evangelista San Juan: "Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo Unigénito" (Jn 3,16). En la Nochebuena el Dios eterno se hace el encontradizo con nosotros a través de su Verbo. Es justo que le alabemos, y que llenos de emoción, exclamemos con el profeta:"Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que pregona la buena nueva, que dice a Sión: Tu Dios es Rey" (Is 52,7).


El Dios que nos nace en Nochebuena no es el Dios frío y abstracto de los filósofos. Nace en un pesebre, se hace niño, se mancha con nuestro barro, experimenta la pobreza y la persecución, la alegría y el dolor, la amistad y la traición, la muerte y la resurrección. Es un Dios con rostro humano, que nos ama hasta el extremo, que nos llama a su seguimiento, que espera nuestro amor, y que en esta Navidad quiere nacer en nuestros corazones y en nuestras vidas, para convertirlas, salvarlas, dignificarlas y llenarlas de plenitud y sentido.


Abramos de par en par las puertas a Cristo, redentor del hombre. Como os decía hace algunas semanas en una carta precedente, en su nacimiento histórico nació en un pesebre, pues José y María no encontraron sitio en el mesón (Lc 2,7). Esta amarga queja de San Lucas sólo es equiparable a esta otra dramática afirmación del evangelista San Juan: "Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron" (Jn 1,11). Que no sea este nuestro caso. Que acojamos en nuestros corazones al Señor que nace. De este modo viviremos la verdadera alegría de la Navidad, fruto del encuentro con Cristo y con los hermanos, la alegría que el mundo no puede dar, que yo deseo a todos los cristianos de nuestra Archidiócesis, sacerdotes, consagrados, seminaristas y laicos, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Para todos, ¡Feliz, santa y gozosa Navidad!



+ Juan José Asenjo Pelegrina

Arzobispo de Sevilla
AVISO SOBRE LA LOTERÍA DEL NIÑO

Queridos hermanos y hermanas,

Como consecuencia de haber sido premiado el boleto de la lotería de Navidad, os comunicamos que podéis canjearlo por la lotería del Niño.

Para aquellos que no pudieron adquirir participaciones de la lotería de Navidad, os facilitamos el boleto que la Hermandad de la Inmaculada juega para el día del Niño, próximo 6 de enero de 2013.

Os damos las gracias y os deseamos mucha suerte!



domingo, 23 de diciembre de 2012


APUNTES DE MARIOLOGÍA: 


(Tiempo de Adviento y Navidad)





Aprender de María, Madre del Cristo Eucarístico (I): María nos remite a la Eucaristía como Misterio de Fe. 

En el año 2003, el beato papa Juan Pablo II firmaba su encíclica sobre la Eucarístia (Ecclesia de Eucharistia, EdE), un nuevo documento que dedicado a reflexionar sobre esta realidad eclesial que constituye el centro de nuestra vida cristiana, el cual respondía más bien a una finalidad: "disipar las sombras de doctrinas y prácticas no aceptables" (EdE 10). No obstante, me fijaré aquí únicamente en el último capítulo de la Encíclica: "En la escuela de María, mujer eucarística" (EdE 53-58). Era de sobra conocido el amor del beato papa Juan Pablo a la Virgen María, y sabemos también que el amor estimula la imaginación del amante.



Por ello, al ahondar en el misterio eucarístico desde su amor a la madre de Jesús, su mente fue capaz de descubrir en la vida y figura de María elementos que la hacen reveladora de lo que es la Eucaristía en algunas dimensiones fundamentales. Como vamos a ver a continuación, "María puede guiarnos hacía el Santísimo Sacramento porque tiene una relación profunda con él" (EdE 53). No sigo el mismo orden de ideas que propone el documento, preferentemente narrativo, sino que las intento recoger de un modo más libre, aunque ateniéndome a ellas en lo esencial y tratando de glosarlas con brevedad.

La primera parte, "María nos remite a la Eucaristía como Misterio de Fe", guarda una gran sintonía con el Evangelio de hoy domingo IV de Adviento, por lo que espero que su encaje nos ayude a comprender la dimensión de estos días de las fiestas de Navidad.  Atentamente, Diego Jesús Romero Salado (hermano y webmaster del blog de la Hermandad de la Purísima).







Canto del Magnificat



I. María nos remite a la Eucaristía como Misterio de Fe:

La Eucaristía, como dice el sacerdote en la misa inmediatamente después de la consagración, es el “sacramento de nuestra fe”, “el misterio de fe”. Como toda sacramento supone la fe de la fe de la Iglesia, sólo existe porque la Iglesia -y en ella cada creyente- así lo cree y lo confiesa. Ahora bien, este sacramento no es otra cosa que Cristo presente entre nosotros de una manera muy peculiar. Esta presencia, es fruto de nuestra fe, a la vez que interpelación a nuestra fe. Y precisamente María, como fruto de su fe, hizo presente a Cristo entre nosotros por primera vez: la encarnación del Hijo de Dios tuvo lugar porque ella creyó la palabra de Dios que se le anunciaba por medio del ángel (Lc 1, 26.38). El beato Juan Pablo II comparaba el “fiat” de María con el amén del creyente que se acerca a comulgar en su encíclica sobre la Eucaristía (Ecclesia de Eucharistia; EDE, promulgada en el año 2003). Ella aceptó en la “obediencia de la fe”, el misterio que Dios le proponía, y así se hizo realidad en su seno la presencia incipiente de Cristo; el comulgante acoge, en una confesión explícita de fe, el misterio que la Iglesia le muestra (“el cuerpo de Cristo”, “la sangre de Cristo), y así recibe efectivamente en su interior al mismo Cristo encarnado. Esa sencilla palabra hebrea -amén- no expresa sólo el asentimiento racional a una verdad que se propone, sino la acogida cordial de una realidad que se entrega. La fe de María en la palabra de Dios cuando tuvo lugar la encarnación es, pues una referencia ejemplar en la palabra de la Iglesia cuando recibimos la comunión eucarística.


En el Antiguo Testamento el Señor se hacía presente a su pueblo en el arca de la alianza, símbolo también de la fe de Israel en la cercanía de su Dios. Asimismo la Iglesia aplica frecuentemente a María en la liturgia o en la piedad popular ese imagen bíblica: “Arca de la (nueva) alianza, ruega por nosotros” (invocación de la Letanía lauretana). Ella esa portadora de la presencia de Dios por ser “tabernáculo” de Cristo, como el beato papa Juan Pablo II recordaba a propósito de la escena evangélica de la visitación a su prima Isabel (Lc 1, 39-56). Ésta reconoce en María a “la madre de mi Señor” y experimenta en su propio seno el influjo peculiar de quien aún vive oculto en las entrañas de su pariente, a la vez que proclama: “dichosa la que ha creído que se cumplirá lo que se ha dice de parte del Señor”. Dos actitudes de fe se hacen presentes aquí: la de Isabel, que confiesa la presencia de Cristo en su madre (“bendito el fruto de tu vientre”), y la de María, que su prima le atribuye como respuesta al anuncio recibido de Dios y que María misma expresará a continuación al proferir el cántico del Magnificat. Una fe semejante es la que prestamos a la presencia sacramental de Cristo en el tabernáculo o sagrario de nuestras iglesias. De ahí que, al considerar a María como portadora de Cristo en su vientre -por ejemplo, en este tiempo de Adviento, o cuando veneramos una imagen de la Virgen de la Esperanza, o en otras circunstancias-, podamos evocar la presencia del Señor en la reserva eucarística y despertar nuestra fe adorante a los pies del Santísimo o nuestro diálogo con Jesús sacramentado. Y viceversa, estas actitudes ante el sagrario nos pueden llevar a la veneración de María en el misterio de su concepción mesiánica.


La actitud del que recibe a Cristo en la comunión es, al decir del beato papa Juan Pablo II, un reflejo de la María en Belén: una mirada y un abrazo de amor a su niño recién nacido, en quien se recrea incansable la joven madre, que no sólo ve en él el fruto de su vientre, sino también, gracias a su fe, el misterio del Dios hecho carne suya en un rincón humilde de la tierra de Israel. Fe que se ve confirmada por la sorprendente adoración de los pastores y la desconcertante ofrenda de los magos. En la Eucaristía Jesús se nos ofrece igualmente como objeto de amor entrañable, como quien renueva ante nuestra fe el milagro de su presencia ofrecida a nuestra adoración y a nuestra intimidad. Es, aquí también, una presencia humilde, sin protocolo y sin apariencia, que se entrega para ser paladeada y consumida como alimento sustancioso del alma (“te comería “, decimos en un arrebato de ardor a quienes amamos con pasión y con quien tal vez desearíamos fundirnos.

viernes, 21 de diciembre de 2012




SANTO ROSARIO


              Queridos hermanos y hermanas,

     Os facilitamos entre da de vídeo con todos los misterios del Santo Rosario.

       Durante la oración del Santo Rosario se meditan los misterios de nuestra fe. En cada rosario meditamos 5 misterios seguidos cada uno por un Padre Nuestro y diez Avemarías.

Los misterios están agrupados en cuatro
Gozosos
(lunes y sábados)
Luminosos
(jueves)

Dolorosos
(martes y viernes)

Gloriosos
(miércoles y domingos)

                Meditamos en el corazón, como María. Con ella vamos a Jesús para entregamos al Padre. A medida que decimos las oraciones vocales, vamos pensando en los principales misterios de nuestra Redención. 





"Con el Santo Rosario de ganan batallas". (San Pío de Pietrelcina)






Desde muy pequeñito el Santo Padre Pío experimenta un amor muy grande por la Santísima Virgen María, su “mammusia”, como cariñosamente la llamaba, que significa en dialecto “mamita”. Su primer peregrinaje siendo un niño de 8 años fue a la Virgen de Pompey, la Virgen del Rosario, cerca de Nápoles.


En su casa de Pietralcina, como en todas las familias italianas de la época, el rosario era la oración familiar. Se encontraban alrededor del fuego todas las noches antes de ir a dormir rezando el Rosario. Pero cuando la Virgen apareció en Fátima como la Virgen del Rosario y recomendó el rosario como oración potente para obtener todo bien y alejar todo mal, Padre Pío hizo del rosario su oración incesante e incansable de día a día. Decía el Beato Padre Pío: “¿si la Virgen Santa lo ha siempre calurosamente recomendado donde quiera que ha aparecido, no nos parece que deba ser por un motivo especial?”.


Entre más crecía su clientela mundial, como la llamó el Papa Pablo VI, de sus hijos espirituales, más él aumentaba las coronas del Rosario de recitar. Era su secreto, con esta cadena que lo unía al Corazón de Jesús a través del Corazón Inmaculado de María, él alejaba los males y obtenía las gracias para sus hijos. Llegó a recitar, en el curso de un día un número incalculable de rosarios. Su oración asidua lo hizo un“Hombre hecho Rosario” o como podría ser llamado el “Santo del Rosario”.


Una vez lo oyeron decir: “quisiera que los días tuvieran 48 horas para poder redoblar los Rosarios”. Todo los dones y prodigios para las almas los obtenía a través del Santo Rosario.


Un día le pidieron sus hijos espirituales les dejara su herencia espiritual. Padre Pío respondió inmediatamente sin pensar siquiera: “El Rosario”. Y poco antes de la muerte a su amigo y hermano Fray Modestino le dijo: “¡Amen a la Virgen y háganla amar. Reciten siempre el Rosario!”.


El Padre Pío vivió su vida del altar al confesionario. Siempre con el rosario en la mano, unido al Corazón Inmaculado de María, quien lo formó imagen encarnada de la misericordia del Corazón Eucarístico de Jesús para con el siglo XX. Este siglo de tantos pecados y desafíos a los derechos de Dios como nuestro creador y de ataques horrendos a la dignidad del Hombre.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Vídeos subidos (lista de reproducción)



Magisterio de la Iglesia. 

Últimos vídeos subidos por el Centro Televisivo Vaticano.





S.S. Benedicto XVI alienta por una pedagogía de la Paz.

ARCHIDIÓCESIS DE SEVILLA:




Mensaje de nuestro Eminentísimo y Reverendísimo 
Sr. Arzobispo, 
Monseñor D. Juan José Asenjo Pelegrina, 
con motivo de la pasada Navidad.








Página web de la 

Archidiócesis de Sevilla (Arzobispado)




Página web del año de la Fe








VIGILIA INMACULADA 2012



Hermandad de la Purísima e Inmaculada Concepción de la Reina de los Ángeles, de Umbrete (Sevilla).

domingo, 16 de diciembre de 2012





Queridos hermanos y hermanas:


Os presentamos nuestra página en la red social Facebook, en Twitter y en Google +.  Os invitamos a uniros a las mismas. 

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Correo Electrónico: 





De otra parte, os dejamos un enlace a un vídeo de la celebración del día de la Inmaculada en la Gruta de la Leche en Belén (Tierra Santa), donde se encontraba nuestro anterior Director Espiritual y Párroco Fr. Sebastian Ruiz, que comno sabéis actualmente se encuentra en el Monasterio de Guadalupe (Cáceres).

      
  
‎"Esta fiesta nos habla de un Dios que sigue buscándonos, pedimos la Gracia de decir 'sí' como María". En la solemnidad de la Inmaculada, el Custodio de Tierra Santa celebró la Eucaristía en la Gruta de la Leche, en comunión con los muchos telespectadores que cada día siguen en directo la Misa desde Belén.



Por último os recordamos que tenemos participaciones de la Loteria de Navidad, que podéis pedírnosla a través de cualquier medio, con la debida antelación. 
Os deseamos suerte!


Os dejamos el número:









Queridos hermanos y hermanas, 

Nos congratulamos del reportaje realizado por la conocida web sevillana  "Arte Sacro", la que como si nos conocieran de toda la vida, no pudieron hacer un trabajo mejor. Muchas gracias en nombre de la Hermandad a Arte Sacro. 

Os dejamos enlace permanente a la página web y os invitamos a conocerla y ha utilizarla con frecuencia.

http://www.artesacro.org

http://www.artesacro.org/Noticia.asp?idreg=81502 


Procesión de la Purísima Concepción de Umbrete 

Manuel Pinto Montero.  Las campanas de la Parroquia de Nuestra Señora
 de Consolación y los cohetes en el cielo anunciaban la Solemne procesión de la Inmaculada Concepción de Umbrete la tarde del 8 de diciembre.
La bella imagen de la Virgen data aproximadamente del año 1724. Procesiona bajo templete de plata y alumbrada por cuatro candelabros de guardabrisas en las esquinas. Este año la Hermandad ha estrenado el bordado del faldón y respiradero delantero, en los próximos años se completará todo el conjunto.
Largo cortejo el que acompañó a la Purísima Concepción en su Festividad, formado por las Hermandades de la localidad, junto al Simpecado de la Hermandad del Rocío y el propio simpecado de la Purísima. Tras el paso la Banda Municipal de Coria del Río.
La Virgen recorrió las bellas calles de Umbrete acompañada de muchos fieles. Momentos emotivos los vivimos ante el Convento de las Hermanas de la Cruz, donde las voces angelicales le cantaron a la Santísima Virgen. El paso arrió también junto al momento de la Inmaculada que levantó el pueblo de Umbrete para honrar a la Virgen y se encontraba lleno de flores. Tras una visita a los Patrones de la localidad, la Virgen regresó al Templo tras una solemne procesión.



Os dejamos algunas imágenes:
Fotos: Manuel Pinto Montero.



Agradecimiento a los costaleros 
de la Inmaculada: 

Deseamos hacer llegar de alguna forma a todos los costaleros de la Cuadrilla del paso de la Inmaculada, de la cual es primer capataz nuestro hermano D. Pedro Salado Illanes y segundo capataz D. Severo Román Ostos, nuestro más sincero agradecimiento por el comportamiento tenido por todos. 





Demostrásteis vuestro amor a la Santísima Virgen Inmaculada, primer Sagrario de Cristo, el respeto a vuestros propios compañeros y una importante generosidad y benevolencia con los miembros de la Junta. 



     Los capataces, Pedro Salado y Severo Román, 
         junto a los contraguías.

Todo aquel que estuvo tiene que reconocer la categoría y grandeza de esta cuadrilla. Muchísimas gracias a todos, y que la Inmaculada Concepción os bendiga y os lo premie. 




Una bella leyenda sobre San Cristóbal, primer costalero de la historia, antes llamado Ofero:

Ofero empezó a cruzar a la gente por el río preguntando que dónde y cómo podría servir a Jesús pero nadie le daba una respuesta correcta. Hasta que un día cruzó la corriente cargando a un niño a quien ni siquiera le tomó la molestia de preguntarle; ¿qué iba a saber aquella frágil criatura?

A mitad del camino se hacía cada vez más pesado como un costal de plomo, después pesa como si cargara el mundo entero, insoportable, y sólo a costa de enormes esfuerzos consigue llegar a la orilla.Le preguntó Ofero al pequeño: -"¿Quién eres, que me pesas tanto que parecía que transportaba el mundo entero?" y el niño le dice: "Tienes razón, peso más que el mundo entero, pues soy el creador del mundo. Yo soy Cristo. Me buscabas y me has encontrado. Desde ahora te llamarás Cristóforo, Cristóbal, el portador de Cristo.

Al ayudar a cualquiera a cruzar el río me ayudas a mí." Dijo también: "Fija en la tierra ese árido tronco que te sirve de báculo, que mañana lo verás, no sólo florido, sino coronado de frutos". 

En efecto, a la mañana siguiente la estaca seca plantada en el suelo se había trocado en esbelta palmera, con incontables frutos.



Espero que os haya gustado!

sábado, 8 de diciembre de 2012

(Fotografía Arte Sacro)


Hoy día 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, reina de los Angeles:

Función principal de Instituto a las 11,00 de la mañana como es tradicional.

A las 6 de la tarde; solemne Procesión que discurrirá por el itinerario tradicional.

Durante la procesión se harán sendas estaciones en el Convento de las Hermanas de la Cruz, en la plaza de la Inmaculdad y en la capilla del patrón San Bartolomé.


Finalizará la misma con la entronización de la Stma. Virgen en el altar mayor para el canto de la salve y posterior traslado a su capilla dentro del mismo templo parroquial.


Se recuerda a los hermanos y hermanas que para la formación del cortejo procesional estén a las 5,30 de la tarde en nuestra Iglesia Parroquial.

Este año la banda de música será de Municipal de Coria del Río, que amenizará con el tradicional pasacalles.

Por cuanto en días como hoy se suele rezar la Salve en latín,  creemos de utilidad facilitar el texto, pues pueda ayudar a quien lo ha aprendido de oída o no lo sabe bien, máxime a los jovenes. Igualmente resulta  útil para los encuentros internacionales, como el celebrado en Madrid (JMJ). Además establecemos vídeo para que resulte más ameno:

Salve Regina, Mater misericordiae,
Vita dulcedo et spes nostra salve.
Ad te clamamus exsules filii Hevae.
Ad te suspiramus gementes et flentes,
in hac lacrimarum valle.
Eja ergo advocata nostra,
illos tuos misericordes oculos ad nos converte.
Et Jesum benedictum fructum ventris tui
nobis post hoc exsilium ostende.
O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria.

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Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida y dulzura, esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.
Y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima!,¡oh piadosa!,oh dulce Virgen María!
 







Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Jesucristo. Amén.